viernes, 26 de agosto de 2011

OVNIS EN LA UNION SOVIETICA

OVNIS EN LA UNION SOVIETICA


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 Desde hace ya algunos años, diversos países de todo el mundo han ido desclasificando total o parcialmente las informaciones que poseían acerca del fenómeno OVNI. Lo cierto es que para los investigadores más han sido las decepciones que las auténticas sorpresas que este proceso de aparente transparencia ha aportado a la sociedad. La última esperanza que tenemos de conocer algo más acerca de lo que los gobiernos saben sobre el sinuoso fenómeno OVNI viene de la mano de Julian Assange y Wikileaks. En efecto, en una entrevista al periódico The Guardian del pasado 3 de diciembre, afirmaba que entre los denominados “cablegates” se encontraban referencias a OVNIS. Todo parece indicar que pronto estas informaciones verán la luz. Será interesante comprobar si en esta ocasión las informaciones son reveladoras de algún tipo de encubrimiento por parte de determinados gobiernos del mundo.
Uno de los países que necesariamente ha de tener una ingente información acumulada al respecto es la actual Rusia, como heredera de los archivos de las diversas agencias secretas de la extinta URSS. Y lo cierto es que una mínima parte de esos documentos han visto a la luz y siempre a través de periodistas norteamericanos y, naturalmente, previo pago. Así pues, no podemos hablar en propiedad de un auténtico proceso desclasificador sino de la publicación de algunos informes, algunos de ellos, eso sí, muy interesantes.

Los investigadores conocen perfectamente que durante años y en el máximo de los secretos en la extinta Unión Soviética se desarrollaron diversas investigaciones sobre la presencia y evolución de Objetos Volantes No identificados sobre los cielos soviéticos.
Los ufólogos soviéticos empezaron sus primeras investigaciones y trabajos de campo en la década de los años 60. Fueron tiempos difíciles de oscurantismo y clandestinidad pues el conocimiento de su trabajo por parte de la policía podía acarrearles la cárcel. Es gracias a esa labor que sabernos que durante décadas miles de ciudadanos fueron testigos de la aparición de objetos inexplicables en el cielo de Rusia. Actualmente, la situación ha cambiado y los ufólogos rusos trabajan dentro de la absoluta legalidad y pueden publicar libremente sus descubrimientos.
Esto no siempre fue así y antes de que las autoridades soviéticas introdujeran la política de relativa libertad informativa conocida como “glasnost” a mediados de los años ochenta, las investigaciones independientes sobre OVNIS en la antigua Unión Soviética, se realizaban en un clima de clandestinidad. No en vano, durante mucho tiempo la postura oficial del gobierno soviético fue la de negar la existencia de los OVNIS y su posible origen extraterrestre, prohibiendo taxativamente que cualquier medio informara al respecto.
En un libro de reciente aparición en España “EXPEDIENTE SOVIET UFO”, sus autores Philip Mantle y Paul Stonehill documentan exhaustivamente este episodio de la historia reciente de la URSS.
Es así como sabemos que junto a esa prohibición, que en más de una ocasión acarreo serios disgustos a los investigadores rusos de la época, el gobierno de la URSS desarrollaba sus propias investigaciones secretas sobre OVNIS.
El periodista norteamericano de investigación George Knapp no tiene dudas al respecto cuando afirma:
Sabemos que el gobierno soviético estudió los OVNIS en secreto durante 40 años y que se tomaron su trabajo muy en serio. También sabemos que ha habido varios intentos, incluidos algunos muy recientes, de correr un velo sobre este tema y decir es todo una gran mentira
Knapp está convencido de la existencia de una maniobra conspirativa que alcanzaría las actuales agencias secretas rusas para sumir en el descredito cualquier información que pueda salir a la luz en el futuro acerca de los muchos e inquietantes casos OVNI registrados en la Unión Soviética en la época de la denominada “guerra fría”.
En el año 2000, se hicieron públicos los resultados de la investigación más exhaustiva sobre el El periodista George Knapp fenómeno OVNI realizada en secreto por el gobierno soviético. Al parecer la investigación se inició hacia 1988 (si bien con anterioridad ya se habían realizado otras dentro del máximo secreto) y se extendió a lo largo de más de 13 años. El equipo de investigadores estaba formado por científicos de la Academia de las Ciencias de la URSS y expertos militares y era totalmente clandestino. La dirección y coordinación de estos estudios correspondía al Ministerio de Defensa y rendía cuentas directamente al Kremlin. La investigación tenía un carácter absolutamente secreto y cualquier indició acerca de su existencia era negado y sus autores perseguidos.
El periodista de investigacion George KnappEl coronel Boris Sokolov fue el coordinador de la investigación. Poco después de la caída de la Unión Soviética entro en contacto con el periodista estadounidense George Knapp, con el que se reunió en diversas ocasiones, entregándole abundante información.
De esos dossiers se desprendía que, al igual que sucedía en los trabajos realizados en otros países (como en Estados Unidos con el conocido Blue Book Project), entre un 90 y un 95 por cien de estos casos podían tener una explicación razonable, pero el 5-10 por cien restante no podía ser explicado… a menos que se acudiera a la hipótesis extraterrestre. Ese estudio soviético que, como decíamos abarcó un período de más de 13 años comprendía casos auténticamente inquietantes, como veremos.


LA EXPLOSION DE TUNGUSKA
Tunguska
Sin embargo, quizás el caso más espectacular, aún hoy en día, no suficientemente explicado y que sigue creando polémica en la comunidad ufológica, es el caso Incidente de Tunguska. Es cierto que desde determinados estamentos se ha intentado dar carpetazo a este asunto concluyendo que lo que sucedió aquel 30 de julio de 1908 en la estepa rusa no fue sino la caída de un meteorito. Pero la realidad es más compleja y esa hipótesis dejaría muchas preguntas sin respuesta.
El 30 de julio de 1908 se produjo una enorme explosión equivalente a alrededor de 15 megatones de energía, lo que supone una potencia 1000 veces superior a la de la bomba de Hiroshima, lanzada al final de la segunda Guerra Mundial. Fue un acontecimiento extraordinario. Debido a la lejanía de la región de Tunguska, pasaron casi 20 años antes de que los investigadores visitaran el lugar. La primera expedición que llegó a Tunguska estaba dirigida por el mineralogista Leonid Kulik. Cuando la primera expedición llegó a la zona en1927, los nativos se mostraron reacios a mostrarles el lugar de la explosión, que destrozó árboles y acabo con la vida de rebaños y animales salvajes, porque creían que la catástrofe era obra de los dioses que habían devastado la zona para castigar la maldad de la gente.
Leonid KulikFinalmente, Kulik consiguió convencerlos para que le guiaran hasta el lugar exacto de la explosión. Kulik estaba convencido de que la explosión había sido producida por el impacto de un meteorito, y por ello esperaba encontrar un cráter en el lugar del impacto. Sin embargo, para su sorpresa, no encontró ningún cráter. Entonces encaminó su trabajo a hallar restos de meteoritos en el suelo ya que, con frecuencia, cuando un objeto choca contra el suelo los fragmentos desprendidos pueden recuperarse en los bordes del cráter. Naturalmente, tampoco halló esta evidencia.
Lo que la expedición científica descubrió fue inquietante y ha alimentado la polémica durante todos estos años. En el epicentro de la explosión había un pantano helado con un grupo de árboles intactos en el centro. La arboleda estaba rodeada por un círculo de casi 10 millones de árboles muertos, quemados y derribados que se extendían a lo largo de unos 30 kilómetros en todas direcciones
Aspecto de la zona en la que se produjo la explosión de Tunguska el 30 de julio de 1908A finales de los años 40, al parecer, un equipo altamente cualificado de científicos volvió de nuevo a esta remota zona siberiana. Y decimos al parecer porque este viaje se realizó en el más absoluto secretismo y lo único que se sabe actualmente es que la expedición existió pero no conocemos ni sus componentes ni las conclusiones a las que llegó.
Lo que si trascendió fue el desconcierto de los científicos al saber que se habían producidos daños por radiación en el lugar de la explosión y que algunas plantas habían experimentado raras mutaciones que sólo podrían explicarse por su expedición a una elevada radiación.
En 1947 el coronel del ejército ruso Alexander Kazantsev, observó los efectos devastadores de las bombas nucleares lanzadas sobre Hiroshima y Nagashaki. Estudió la dirección en la que habían caído los árboles y los edificios que recibieron la onda expansiva. Y los comparó con los efectos de la explosión de Tunguska de 1908. Kazantsev llegó a la conclusión de que los efectos eran idénticos y no tuvo reparo algún en plantear la hipótesis de que en Tunguska se había producido una explosión nuclear y que el origen de la misma posiblemente fuera el impacto de una nave extraterrestre propulsada por energía atómica.
Alexander Kazantsev
Naturalmente, la comunidad científica rechazo esta teoría por absurda e insistieron en que la explosión de Tunguska fue provocada por el impacto de un asteroide explotó al llegar a 5 km. de distancia de la superficie de la Tierra. A medida que el objeto se acercaba a la Tierra se fue desacelerando y se vio sometido a la presión de las fuerzas de la atmósfera y explotó con la fuerza de una bomba de hidrógeno. La onda expansiva devastó el bosque, derribó los árboles situados en el lugar de la explosión y los alejó del epicentro del impacto. En cuanto a los daños por radiación, aseguran que es atribuible a la enorme magnitud de la explosión
Pero estas explicaciones dejan insatisfechos a muchos y, sobre todo, no aportan respuestas a muchas de las preguntas que se plantean los investigadores.


LA GUERRA FRIA
     
Acabada la II Guerra Mundial, la desconfianza entre los vencedores derivada de su diferente visión del mundo y de intereses económicos y políticos contrapuestos, dejaron paso a un enfrentamiento más sutil pero no menos implacable conocido como la Guerra Fría.

Sergei KoriolovAlgunos especialistas apuntan que fue hacia 1947, a raíz del incidente de Roswell en Nuevo Méjico, que Josef Stalin empezó a interesarse por las cada vez más numerosas e inquietantes noticias que llegaban a su despacho acerca de extraños objetos no identificados que evolucionaban por los cielos de La Unión Soviética.
Algunas informaciones apuntan a que Stalin ordenó a Sergei Koroliov, el fundador del programa espacial soviético, que analizara la información relativa al supuesto accidente de Roswell y le comunicara sus conclusiones. Tras estudiar a fondo los informes que llegaron a su poder, Koroliov informó al Kremlin de que todo parecían indicar que los OVNIS existían y que la evidencia parecía indicar que se trataba de naves dirigidas por seres inteligentes de origen posiblemente no terrestre. Sin embargo, Koroliov también concluía que estos objetos no representaban una amenaza para la seguridad del estado soviético. Al parecer, a una conclusión parecida llegaron otros científicos, a instancias del propio Stalin
Tras recibir esta información, el Kremlin hizo lo mismo que habían hecho otros gobiernos, especialmente el norteamericano: negar oficialmente la existencia de los OVNIS y paralelamente y de forma secreta, crear un equipo de investigación integrado por científicos de alto nivel que investigaría el fenómeno en todas sus vertientes y que informaría de sus descubrimientos sólo a la más alta instancia del ejercito.
También se ocultaron a la opinión pública los informes sobre OVNIS recopilados por los pilotos de las fuerzas aéreas soviéticas. Según los datos publicados por el periodista norteamericano George Knapp, entre mediados de los años 50 y mediados de los años 60, los pilotos informaron de más de 15.000 avistamientos de OVNIS.
Como afirma Knapp, algunos casos son explicables como fenómenos de la naturaleza, otros como incidentes propios de la guerra fría (vuelos no autorizados, satélites espías etc.) pero otros no pueden ser explicados. En no menos de cuarenta ocasiones, aviones de combate soviéticos recibieron la orden de despegar y perseguir objetos volantes que no podían ser identificados y que no obedecían las instrucciones del control aéreo de tomar tierra. No estaríamos hablando de inversiones térmicas ni de globos meteorológicos ni nada por el estilo. Estaríamos ante auténticas naves sobrevolando el espacio aéreo ruso sin autorización.
OVNI sobre RigaEn 1968 se produjo en Riga (Letonia) un incidente que merece ser destacado por la aparatosidad y por el elevado número de testigos., la mayoría de ellos pilotos militares de aviación, altamente cualificados.
Mientras un equipo de cine filmaba las evoluciones de un caza para una película de propaganda del ejército soviético, el piloto notó la presencia de un objeto extraño volando a gran altura. Advertido el resto del equipo, enfocaron sus cámaras hacia aquella zona del cielo y pudieron grabar un objeto en forma de triángulo que evolucionaba a gran altura. Varios cazas de la base recibieron la orden de despegar para interceptar el extraño objeto, pero éste, de pronto, se ocultó tras una nube y ya no volvió a ser visto.
Posteriormente. Se calculó que la nave estaría a unos 11.000 metros de altura. La grabación fue enviada al Kremlin que la ocultó a la opinión pública durante años y fue clasificada como de alto secreto. Sólo muy recientemente la cinta pudo recuperarse y pudo ser visionada de nuevo. Salvo la alambicada explicación de que podía tratarse de un globo sonda, nadie pudo dar una respuesta a este enigma.


LA SOCIEDAD CIVIL SE ORGANIZA
Mientras el más absoluto secretismo envolvía todas las investigaciones gubernamentales sobre el fenómeno OVNI un auténtico ejército clandestino de ufólogos soviéticos empezó a formarse en la URSS. Naturalmente, también ellos se vieron obligaos a mantener sus estudios en el más estricto de los secretos.
Felix ZiegelQuienes estudiaron los casos de OVNIS durante ese periodo, se sentían seriamente amenazados por la policía y el gobierno soviéticos ya que su actuación era considerada fuera de la ley.
Entre esos investigadores se hallaba el prestigioso científico Felix Ziegel, considerado el padre de la ufología soviética. Ziegel era doctor en matemáticas y astronomía por el Instituto de Aviación de Moscú. Se dedicó a intentar averiguar cuál era el origen de esos objetos extraños que surcaban impunemente los cielos de Rusia. Ziegel desafió el sistema soviético organizando conferencias en las que explicaba a todo el que quisiera escucharle las conclusiones de sus investigaciones sobre los OVNIS y pidiendo a los ciudadanos soviéticos que informaran de cualquier avistamiento.
Ziegel y sus investigadores crearon una artesanal red de comunicación para mantener informados a los diferentes investigadores del país mediante la edición y distribución de unos boletines clandestinos que estaban, como otras publicaciones, estrictamente prohibidas por el Kremlin. Se trataba de recopilaciones de observaciones y escritos de los investigadores de las que cada receptor hacía 5 o 6 copias que debía entregar a otros tantos investigadores. Todo este material se mecanografiaba utilizando papel carbón y lo distribuían mensajeros de confianza que llevaban las copias en secreto de una persona a otra.
La información sobre OVNIS circuló de esta forma clandestina hasta 1967.
En 1967 pareció que el gobierno, finalmente, levantaba la censura sobre los No identificados. Visto con la perspectiva del tiempo, parece que no fue más que una maniobra, un estudiado plan del gobierno para seguir manteniendo la información acerca del fenómeno OVNI bajo estricto control.
En ese año se produjo una auténtica “oleada” de avistamientos, especialmente en la zona de Ucrania y el valle cerca de la desembocadura del Volga. También en las montañas del Cáucaso se produjeron numerosos avistamientos y diversos astrónomos que realizaban su labor en los observatorios astronómicos de esa zona, comunicaron haber visto extraños objetos den forma de media luna desplazándose de Oeste a Este.
mapa

Extrañamente y por razones que aun hoy nos son desconocidas, el gobierno de la Unión Soviética permitió que la prensa cubriera la noticia y hasta permitió que se formaran grupos de trabajo independientes para estudiar esos avistamientos. Félix Ziegel recibió autorización del gobierno para crear un comité de investigación que estuvo integrado por más de 200 expertos científicos y militares. Este comité se reunió en octubre de 1967 en la sede central de los Pilotos y Cosmonautas en Moscú con el fin de discutir y, a ser posible, averiguar el origen de los avistamientos masivos. Se permitió que Ziegel pidiera a los ciudadanos soviéticos que comunicaran cualquier información sobre los OVNIS. Fue un auténtico hito histórico pues por primera vez en la URSS podía hablarse libremente acerca de los No identificados.
    
OVNI en forma de media lunaLamentablemente no duró mucho. Pocos meses después del llamamiento de Ziegel, la censura volvió a instaurarse sobre el tema e informar de avistamientos de OVNIS volvía a estar prohibido. El tema fue excluido de la prensa controlada por el gobierno y se ordenó la disolución del comité de Ziegel.
¿Qué había pasado? Algunos creen que el gobierno se asustó ante la información masiva que se recibía por parte de los ciudadanos sobre avistamientos OVNI y se temió que el asunto se le escapara de las manos. Otros piensan que el Kremlin intentó ocultar algo y que ese algo era la certeza de que los cielos de la Unión soviética estaban siendo reiteradamente violados por naves de origen desconocido que hacían oídos sordos de cualquier advertencia del ejercito y que además, se mostraban totalmente incontrolables. Finalmente, hay quien opina que en realidad lo que se estaba intentado ocultar eran las actividades de determinadas armas secretas soviéticas: aviones espías, satélites y misiles. Lo único cierto es que se echo tierra al asunto y de nuevo, se devolvió a la ufología a la clandestinidad.
Pese a las prohibiciones, la exhaustiva información recogida por el Comité de Félix Ziegel fue publicada por la prensa. Nada más ver la luz los primeros informes, el gobierno soviético cayó en la cuenta de que se estaba publicando información muy sensible (recordemos que estamos en plena Guerra Fría) que en manos de determinadas agencias de inteligencia occidentales podía convertirse en material que comprometiera la seguridad nacional. Fue así como, finalmente, el gobierno ruso decidió prohibir la publicación de informes sobre OVNIS. De nuevo la censura y el ostracismo pareció imperar por más de10 años en los que se dejó de hablar públicamente sobre OVNIS.

EL ESPECTACULAR CASO DE PETROZAVOSDSK
Pero en 1977 se produce uno de los incidentes OVNI más espectaculares de la historia. En efecto, el 20 de septiembre de 1977, antes de que salga el sol en la pequeña ciudad portuaria rusa de Petrozavosdsk, una espectacular exhibición de luces aéreas ilumina el cielo. Este hecho se convertiría en uno de los avistamientos OVNI más espectaculares y de los más estudiados de la historia soviética.
Aproximadamente a las 4 de la madrugada, civiles y personal militar vieron enormes apariciones en forma de estrellas, desplazándose en el cielo. Al principio, la extraña formación parecía acercarse a la ciudad para, inmediatamente, dar un giro y alejarse hacia el horizonte. La gente que estaba en la calle vio lo que describieron como una especie de medusa brillante cuyos tentáculos salían de un núcleo brillante en forma de platillo volante. El impresionante espectáculo duró unos 10 minutos.
El espectacular avistamiento de Petrozavosdsk el 20 de septiembre de 1977Simultáneamente y según informaron los testigos, el avistamiento fue acompañado por una serie de sucesos extraños que ocurrieron en tierra. Se informó de todo tipo de fenómenos anómalos: olía a ozono, los aparatos electrónicos se bloquearon y los conductores perdieron el control de sus vehículos. Sin embargo, quizás el fenómeno más difícil de explicar fuera la aparición de agujeros perfectamente cortados en los cristales de las ventanas y en los muros de los edificios y en el pavimento de la ciudad. No hay ninguna explicación para ese hecho y ni siquiera podemos afirmar de forma contundente la relación entre los avistamientos y esas extrañas perforaciones, pero la coincidencia en el tiempo y el lugar es exacta. No había agujeros antes del avistamiento, aparecieron después.
Era imposible negar el avistamiento de Petrozavosdsk puesto que los testimonios se contaban por miles. Pero si se intentó dar una explicación oficial que calmase los alterados ánimos de los habitantes de la zona.
Y para ello se acudió a la recurrente explicación del lanzamiento de un satélite. Según se hizo público posteriormente, esa mañana se produjo el lanzamiento de un cohete desde un centro espacial secreto situado al norte de Moscú, en el centro espacial soviético de Plesetsk, que era portador del satélite espía Cosmos 955. Al parecer el lanzamiento coincidió con el momento en que la gente veía el supuesto OVNI. Los rayos del sol que estaban a punto de salir al iluminar por detrás la estela del cohete produjeron el

efecto de la medusa con tentáculos observada por los testigos.
Aunque algunos ufólogos aceptaron el lanzamiento de ese satélite como la cusa del efecto visual reportado por los testigos, muchos otros investigadores siguen afirmando que esta teoría no explica totalmente el incidente.
¿Qué explicación tendrían los haces de luz que perforaron los cristales de las ventanas? Muy fácil: tras haber analizado las muestras, el Instituto de meteorología de Moscú dictaminó que esos agujeros eran el resultado de que el cristal de las ventanas era defectuoso. Pero entonces ¿A que se debieron los agujeros en las paredes de edificios o en el pavimento de las calles? ¿Y los fallos en los aparatos eléctricos? ¿Y los extraños olores de los que informaron algunos testigos?
Sin embargo, lo más revelador de todo este inquietante asunto fue la decisión tomada por el Kremlin, precisamente a raíz del caso de Petrozavosdsk de crear un programa secreto para el estudio de los OVNIS.
EL INSTITUTO 22
     
Detalle de los agujeros aparecidos en las ventanas de los edificios a raíz del avistamiento del OVNI de PetrozavosdskLas noticias del incidente de Petrozavosdsk tuvieron relevancia internacional y fue motivo de noticias y comentarios en los medios de información occidentales. En las semanas siguientes al avistamiento, varios países europeos pidieron explicaciones acerca de la naturaleza de este extraño suceso.
En respuesta, la Academia de Ciencias de la URSS solicitó permiso al Kremlin para crear un equipo de investigación que debería realizar sus trabajos en el máximo de los secretos. Se admitía que no se sabía la naturaleza real de muchos de los avistamientos OVNI reportados pero se intentaría estudiarlo y dar respuesta desde un punto de vista estrictamente científico.
Detalle de los agujeros aparecidos en las ventanas de los edificios a raíz del avistamiento del OVNI de PetrozavosdskAsí fue como empezó su trabajo en la URSS el programa científico oficial para estudiar fenómenos anormales y objetos volantes extraterrestres. Y fue así como en 1978 inició oficialmente su andadura el que posteriormente fue conocido como INSTITUTO 22 y cuyos trabajos, realizados siempre bajo el más estricto secreto, durarían 13 años.
La investigación del INSTITUTO 22 fue dirigida de forma conjunta por la Academia de Ciencias de la Unión Soviética y el Ministerio de Defensa. Por su parte, el ejercito recibió la orden investigar la influencia de los OVNIS en el funcionamiento de los equipos electrónicos militares y si podrían representar un peligro para la seguridad nacional. El Ministerio de Defensa tenía una enorme capacidad de observación y seguimiento de todo lo que sucedía en los cielos de la Unión Soviética dado que tenía unidades militares estacionadas por todo el país. Además., una orden militar era suficiente para convertir a todos los soldados en potenciales observadores. Y así se hizo: se movilizaron a cientos de miles de marineros, soldados y pilotos para vigilar e informar de la existencia de OVNIS en los cielos de la URSS. Naturalmente, a ninguno se le dijo para que se solicitaban esos informes. Y toda esa información era clasificada y analizada por los científicos de la Academia de las Ciencias adscritos al denominado INSTITUTO 22
El personal del laboratorio no era numeroso. No había más de 10 persona y nunca se superó ese número. Se trataba de especialistas altamente cualificados en diversos campos de la ciencia. Desde físicos a expertos en radioelectrónica, meteorología, astrofísica etc. Estaban representadas casi todas las disciplinas de la ciencia y se investigó el fenómeno OVNI desde todos los ángulos posibles.

INCIDENTE NUCLEAR EN BYELOKOROVICHE
El 4 de octubre de 1982 se produjo un incidente que puso al mundo al borde de una guerra nuclear. En aquellos años de tensión política el ejército rojo tenía diseminados por toda la Unión Soviética silos que albergaban misiles nucleares de largo alcance que apuntaban a objetivos estratégicos de occidente.
En uno de estos silos, actualmente abandonado, se produjo un incidente OVNI que a punto estuvo de provocar la tercer, y última, guerra mundial. Todo empezó alrededor de las 6 de la tarde cuando los habitantes de la ciudad de Byelokoroviche y algunos soldados de la cercana base militar pudieron ver un extraño objeto en el cielo. Se trataba de un enorme ovni de forma discoidal y de unos 900 metros de diámetro.
BYELOKOROVICHEEn ese mismo momento, en el interior del silo una luz de emergencia se iluminó en el tablero de control, directamente conectado con Moscú. Esa luz indicaba que un misil nuclear estaba en modo de lanzamiento. El teniente coronel Vladimir Plantonev, ingeniero especializado en misiles y que se hallaba en el interior del bunker cuando sucedieron los hechos es contundente cuando afirma que, de alguna manera, algo había introducido el código correcto de lanzamiento. Pero Moscú no había ordenado ningún lanzamiento ni ninguna persona del bunker había tocado el panel de control. Durante 15 interminables segundos los técnicos intentaron por todos los medios detener el lanzamiento, pero lo cierto es que habían perdido el control sobre las armas nucleares.
De pronto, sin ninguna explicación lógica la secuencia de lanzamiento se abortó. El OVNI desparece y el módulo de control de lanzamiento vuelve a su posición normal. La pregunta es inevitable: ¿Pudo un OVNI haber interferido con el control de lanzamiento de un misil nuclear?
Un equipo de investigadores del INSTITUTO 22, el equipo secreto de investigación de OVNIS financiado por el estado, se desplazó inmediatamente a la base de misiles. En un periodo de tiempo muy corto, exactamente medio día, establecieron que en una base aérea cercana se había realizado un ejercicio de prácticas militares. Los investigadores descubrieron que el avistamiento tuvo lugar al mismo tiempo y en el mismo lugar en el que el ejército estaba probando unas bengalas. Lanzadas desde unos aviones, las bengalas proporcionaban entre 5 y 7 minutos de iluminación. Con esta explicación (bengalas) intentaron ventilar el avistamiento por decenas de testigos del enorme OVNI discoidal de 900 metros de diámetro. Pero aun en el caso de que esa fuera la explicación, ¿Quién o qué activó la secuencia de lanzamiento nuclear? Posteriormente, los técnicos desmontaron pieza a pieza el sistema de control de los misiles pero no hallaron ningún defecto que pudiera explicar la anomalía. El extraño incidente no podía atribuirse a un fallo electrónico. Todo parecía indicar que, de algún modo, algo introdujo los códigos de lanzamiento correctos.

LOS TESTIMONIOS DE LOS COSMONAUTAS
     
Yuri GagarinTras examinar el episodio del silo de misiles balísticos intercontinentales, el equipo de investigadores del INSTITUTO 22 analizó varios avistamientos producidos por todo el país.
Entre los testigos que habían visto OVNIS se encontraban cosmonautas como Yuri Gagarin que en los documentos ZEBRA 3 declaró de forma contundente que los OVNIS existen. El segundo hombre que viajó al espacio, el astronauta Gherman Titov dijo que vio a siete OVNIS bailar alrededor de su cápsula durante su breve vuelo espacial. Sin embargo, en la actualidad y desde hace ya años, los cosmonautas, siguiendo estrictos protocolas de seguridad impuesto por las agencias espaciales, se muestran reacios a hablar sobre cualquier fenómeno inusual del que hayan sido testigos en el espacio.
Por otro lado, el miedo al ridículo y a que su carrera profesional pueda verse afectada, hacen en que muchos se rehúya hablar claramente del fenómeno OVNI y de las experiencias vividas en el espacio exterior.
Sin embargo, algunos astronautas no dudan en contar al mundo sus experiencias. Así el ex comandante Vladimir Kovalenok de la estación espacial Salyut-6 revela que el 5 de mayo de 1981 vio una entidad irreconocible e iluminada desde una de las ventanillas de su nave.
El objeto tenía una forma elíptica y voló con nosotros. Volaba en línea recta hasta que se produjo una especie de explosión que produjo una luz dorada bellísima. Después se produjo una segunda explosión y aparecieron dos esferas, pero ya no pudimos ver más porque entramos en la oscuridad de la sombra de la Tierra.
En la misión MIR de 1991 el cosmonauta Musa Maranov consiguió grabar en vídeo un objeto extraño durante una operación rutinaria de acoplamiento.
Estaba mirando por la ventana más grande. Estaba justo enfrente de mi. Yo estoy familiarizado con toda clase de naves espaciales pero esa era diferente.

El debate sobre los avistamientos realizados por astronautas estadounidenses sigue vivo. Los escépticos insisten en que hay la suficiente basura espacial en órbita como para provocar una cascada de avistamientos de objetos extraños.

EL ENIGMA CONTINUA
Boris SokolovA mediados de los 80, los líderes de los USA y la URSS celebraron varias cumbres con el propósito de reducir su armamento nuclear y la tensión entre ambas superpotencias. Poco después de una de esas reuniones el presidente Ronald Reagan que Mijail Gorbachov y él habían hablado sobre los encuentros con extraterrestres. Reagan realizó cinco declaraciones públicas, incluida una ante las Naciones Unidas en las que venía a decir que si los OVNIS representaran una amenaza para la Tierra todos los países deberían unirse.
Tras la caída del régimen soviético, en 1993 George Knapp viajó a Rusia y conoció a Boris Sokolov el coordinador del INSTITUTO 22. Como muchos de los proyectos científicos de la época financiados por el gobierno, éste había retirado su financiación y el proyecto había sido abandonado. Sokolov proporcionó a Knapp algunos de los expedientes sobre OVNIS desclasificados más recientemente. Expedientes que contenían información sobre los casos de más difícil explicación.
Al parecer el fin último de estudiar los avistamientos OVNI por parte del ejército soviético era la esperanza de así, de algún modo, poder obtener información acerca de su tecnología y de este modo tomar la delantera en la carrera espacial a los norteamericanos
El clima de distensión que existía a mediados de los noventa época permitió que Sokolov y el científico Yulii Platov publicaran un informe con los descubrimientos del INSTITUTO 22 titulado HISTORIA DE LA INVESTIGACION ESTATAL SOBRE OVNIS EN LA URSS. En este informe se decía que entre el 90 y el 95 % de los 3000 avistamientos de OVNIS investigados podían ser atribuidos a fenómenos en los que intervenía el hombre (la mayoría lanzamiento de misiles y globos de investigación). Pero el 5-10 % restante no podía ser explicado. Pero en ningún caso se atrevían a afirmar que se trataban de un fenómeno de origen extraterrestre.
Sin embargo, ese informe sólo desvelaba una parte de la información existente. Según George Knapp, hay un auténtico tesoro de documentos del KGB sobre este tema que nadie ha visto, a pesar de que esta organización publicó algunos documentos a principios de los noventa.
Yulii PlatovPero mucha gente asegura que los mejores informes siguen escondidos en las cámaras de seguridad de los servicios secretos rusos, herederos de los archivos del KGB. ¿Qué pasó con los expedientes? ¿Quién los guarda? Una cosa es cierta: sola una mínima parte han salido a la luz y los investigadores sólo hemos tenido acceso a la punta del iceberg. Hasta que no aparezca toda la información y todos los dossiers sean examinados no podemos afirmar que lo publicado por Sokolov y Platov sea toda la verdad.
Lamentablemente, es probable que nunca lleguemos a saber con exactitud cuántos expedientes OVNIS soviéticos siguen clasificados o qué es lo que contienen. La experiencia y la intuición nos inclinan a pensar que la información que aún está por ver la luz es ingente y en ella tal vez residan las claves que finalmente nos pongan tras la pista definitiva de este enigmático, contradictorio y sinuosos fenómeno. Por eso hoy más que nunca la labor de los investigadores de todo el mundo no debe cesar.

                                                                             
 Fuente:dogmacero.wordpress.com  5 enero, 2011.                                                            
 David Álvarez Planas

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